Un sueño cumplido

 Hoy me he visto algo más viejo. Sí, y esto se debe a varios sucesos que han ocurrido estos días.  El último de ellos ha sido cruzarme con una chica que era clavada a mi primera novia "formal" cuando tenía 20 años.  He estado por preguntarle si se apellidaba de tal forma, para saber si era familia de ella, pero iba con prisa y en ese primer instante la verdad es que no lo he hecho.  Ha sido como retroceder 30 años en el tiempo.  

Esta tarde, tras este hecho, he estado pensando en mis victorias y derrotas.  Sé que han sido más las primeras que las segundas, en todos los sentidos: tengo una pareja que me ama y a la que correspondo, un muy buen trabajo, he adoptado muchos perros y gatos a los que les he "aumentado su esperanza de vida", he ayudado a personas en momento difíciles de sus vidas o, sin ir más lejos, vivo en el primer mundo y disfruto de una vida de primer orden.  Hay derrotas claro, pocas, pero siempre están ahí, en el archivo del cerebro, y alguna vez brincan para recordarte que no eres perfecto, y que lo que hoy es felicidad, mañana puede tornarse dolor y tristeza.

Una de estas victorias, bastante personal, es la de publicar juegos y libros.  Tengo la sensación de que es una actividad que ya desde pequeño me llamaba.  Entonces no había las facilidades que hay ahora, y publicar un libro era prácticamente cosa de escritores conocidos y de editoriales importantes o al menos, llevadas por personas que seguramente vivirían de eso.  Ahora no.  Ahora, gracias a los micro mecenazgos, al abaratamiento de las imprentas (creo que fabricar 300 libros era impensable hace años), a la sociedad de bienestar en la que vivimos (sé que siempre habrá personas que vivirán mejor y otras peor, pero hablo en general) en la cual muchas personas se pueden permitir comprar libros o juegos, y como no, gracias a los ordenadores (antes había que escribir a máquina y yo que lo he hecho, os aseguro que era bastante más coñazo que escribir en un ordenador... o a mano, que había muchos escritores que redactaban sus libros a mano), he podido cumplir uno de mis sueños, una victoria que nadie me quitará jamás.

Obviamente yo no soy editor.  No he estudiado nada relacionado con el mundo editorial.  Trabajo en un hospital como personal de oficio, por lo que podría decirse que gracias al momento que me ha tocado vivir, he podido sacar adelante una faceta que me gusta. Y como yo muchas otras personas, que todo hay que decirlo, se lo curran día tras días para sacar adelante sus proyectos, bien como escritores, como autores de juegos, como editores, como ilustradores...

Hoy me he sentido algo más viejo y algo más sabio, y también me he sentido una persona más completa.  

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